17 mayo 2008

Telma Ortiz no tiene razón; los medios tampoco

La demanda de Telma Ortiz contra treinta medios de comunicación ha sido desestimada por la juez, ya que, según el auto, la interesada es una persona con proyección pública y, por tanto, la ley indica que se la puede fotografiar en lugares abiertos. Entre los editores de entretenimiento rosa (me niego a llamarlo periodismo), se ha recogido la noticia con satisfacción, y se les ha llenado la boca hablando de “censura previa”, “libertad de expresión” y demás grandes palabras.

La Ortiz es una persona pública aunque le pese; al fin y al cabo, no es culpa suya que su hermana se casara con quien lo hizo, por lo que se podría decir que Telma es famosa por “causas sobrevenidas”. Pero la cuestión aquí es si el hecho de tener proyección pública la obliga a tener que soportar una nube de fotógrafos a cada paso que dé. La ley dice que sí, y como tampoco estableces grados entre las personas públicas, me temo que la pobre se tendrá que aguantar. Pero a nadie se le escapa que no es lo mismo Telma Ortiz, famosa a su pesar, que Ana Obregón, famosa compulsiva. Y la ley debería recoger esos matices.

Por otro lado, me repugna que ciertos medios de comunicación hablen tan alegremente de evitar la censura y defender la libertad de expresión. Este derecho le costó la cárcel, el exilio o el ostracismo a mucha gente en un pasado no muy lejano, y no creo que sufrieran lo que sufrieron para que ahora unos cotillas a sueldo se dediquen a hurgar en la basura, espiar e, incluso, inventar montajes. La libertad de expresión no es, o no debería ser, para eso.


La ley española, quizá porque el franquismo está aún latente, es muy laxa a la hora de condenar los abusos de la prensa, y prácticamente deja sin protección a los famosos. Pero creo que ya empieza a haber una demanda social para que se regule mejor cierto tipo de publicaciones y medios de comunicación que abusan de este y otros derechos de manera manifiesta.

Si entendemos que noticias son hechos novedosos de interés general, observamos que la mayoría de los artículos que aparecen en ese tipo de publicaciones no pueden considerarse como tales: ¿es noticia que un famoso divorciado salga al parque con su hijo? ¿O que vaya con su familia a la playa? ¿O que salga a cenar con unos amigos? ¿O abordar a cualquiera que esté en un aeropuerto para irse de vacaciones? ¿De verdad eso es de interés general? ¿El conocimiento de esos hechos tan “importantes” es relevante para fomentar el necesario debate social que debe existir en la opinión pública de una sociedad democrática?¿Queremos derrochar la libertad de expresión con esas tonterías?


No digo que ese tipo de entretenimiento cotilla no pueda existir, pero hay modos y modos de hacerlo. Aquello que antes se llamaba “ecos de sociedad” puede darse (y de hecho se da en revistas como Hola), sin que ello suponga un atropello para las celebridades. Lo cierto es que la legislación española es muy endeble en este aspecto, pero no me extrañaría nada que con el tiempo se pusiera a la par que el resto de países.


Así que en este caso, Telma Ortiz no tenía razón, pues ella, le guste o no y por los pelos, es una persona noticiable a causa de su parentesco. Pero tampoco la tienen los medios exonerados: para informar no hace falta acosar, y está por ver si muchas de las cosas que intentan hacer pasar como noticias realmente lo son.

1 comentario:

Rafael del Barco Carreras dijo...

II. TELMA ORTIZ Y EL AYUNTAMIENTO DE BARCELONA.



Rafael del Barco Carreras



Mi tabú. No quería ni quiero mentar la Realeza, insisto, a pesar de que el Rey con solo acercarse a elementos como Javier de la Rosa Martí, no es que haya hecho un flaco favor al País y “gordo” a una recua de “cortesanos sinvergüenzas”, o incluso, sin ni saber de mi existencia la haya empeorado, pero con el Ayuntamiento de Barcelona de Narcís Serra, funcionario-abogado Antonio de la Rosa Martí, y acusador Rafael Jiménez de Parga, que me retuvo tres años preventivo y ¡condenado por ENCUBRIMIENTO!…y financiados entonces ¡cómo no! por JAVIER DE LA ROSA... ¡y continúan los mismos!... voy sin freno.

La noticia no tiene relación con el juicio en curso por la corrupción en la Hacienda de Barcelona, pero emotivamente, y por los acusados, para mí si la tiene, y a poco que leo sobre TELMA ORTIZ (de hecho casi no sabía ni su nombre, al igual el Ayuntamiento al que alguien ORDENÓ la contratara) me gusta menos la REALEZA. Y no por Telma, que no lo es, sino lo que conlleva la Institución, o dicho sin tapujos, la herencia de Franco, sin aparente Dictador, y con extraña Democracia, donde a los Martínez-Bordíu y sus prácticas se sumaron, suman y sumarán, otros apellidos. Chitón, yo aprendí en el Franquismo, y aunque soy un imprudente, a callar... por mi integridad. ¡Los molinos de viento me han revolcado varias veces! no quiero crearme más molinos ¡tengo suficientes y sobrantes! Pero los vientos son tan fuertes que nadie ha podido evitar infinitos comentarios. Me limitaré a alguno en imágenes de www.lagrancorrupcion.blogspot.com

A lo que iba. El Ayuntamiento salta ofendido con que las cantidades que se han publicado son falsas. Telma SOLO cobra por una subdirección (de la que no quiero ni recordar el nombre) 2.809 euros NETOS mensuales. Puntualicemos... ni 12.000… ni 6.000... SOLO 2.809... NETOS... pero, añado, viajando por EXTREMO ORIENTE... tendrá VISA ORO O PLATINO, de las sin límite, digo... más los numerosos gastos de un departamento de nueva creación.

Para nuestros políticos municipales solo casi 500.000 de las antiguas pesetas es una nimiedad. Desde su punto de vista y sueldos o prebendas, así es. En las colas del INEM no opinan igual. Y advierto además que esa cantidad, común en técnicos y mandos, que conozco porque la cobraba un muy conocido mío antes de su jubilación, desaparecía el mismo día de cobro, pagando al filipino uniformado, la chacha sudamericana, los hijos ¡de “papá”! ¡carísimos!, y los gastos de la finquita... el resto, ¡y era mucho!, nunca supe de donde salía... ni yo, ni ninguno de los amigos y conocidos, aunque todos lo sospechábamos. Cuando a través de más de treinta años, en puntuales ocasiones, le saludaba, no podía evitar el recuerdo (en pequeño) de Antonio de la Rosa Vázquez.

Desde aquí, poniéndome a la cola de los que piden cargos desde INTERNET, pido el de SUBDIRECTOR DE CORRUPCIONES. Sin oposiciones, a dedo, o por cargo de libre designación y confianza... que descubriéndoles algunas de las en curso... ahorraría dinero a la Ciudad.