13 mayo 2008

Los insectoides de planeta Sargón VII han secuestrado a Meg Ryan y la han sustituido por un clon de las rebajas


Sólo así puedo explicar las pintas de la que fuera bella actriz en el bodrio que acabo de ver, “Mi novio es un ladrón” o algo así, una cosa infame en la que también sale Antonio Banderas con un peinado imposible. Si no me creen, miren bien la foto de arriba.

Lo de la Ryan es de juzgado de guardia: pensaba que ninguna cara podía desfigurarse más a causa del colágeno y la cirugía estética que la de Melanie Griffith (curiosamente esposa de Banderas), pero Meg Ryan en esta cinta la supera con creces. Como siga así, la duquesa de Alba será todo un ejemplo de naturalidad a su lado.

Como es habitual en ella, la Ryan se pega media película sonriendo… y el resultado da escalofríos: esa sonrisa antinatural parece más una mueca, y a buen seguro le servirá a la actriz para hacer de la Joker en una próxima peli de Batman. Lo que se van a ahorrar en caracterización.

Muchos pensarán que me estoy ensañando injustamente con la actriz, pero es que ya me estoy hartando de esas mujeres bellas que por ese miedo irracional a envejecer, se someten a cualquier barrabasada quirúrgica para eliminar todo vestigio de arrugas. El resultado suele ser grotesco, y lo que no entiendo es que a estas alturas, tras tantos ejemplos de lo inútiles que son las operaciones faciales de tal calibre, sigan procediendo con tanta vehemencia a este cruel proceso de barbieficazión.


Puedo entender un retoquito aquí o allá, pero lo que la Ryan o la Griffith es muñequizarse y eliminar todo rastro de expresión y, casi, de humanidad. Y como siga así, la Kidman va por el mismo camino. Soy consciente de que en el fondo son víctimas de un star-system que las condena a estar eternamente jóvenes so pena de acabar haciendo telefilmes basados en hechos reales, pero ese es otro asunto que quizá debería tratar en otro post.

(La película, por cierto, es una comedia en la que sólo te ríes con el trailer de "Superagente 86" que ponen antes, así que calculen... Una lástima que su plantel de actores correcto, en el que también están Colin Hanks o Selma Blair, haya perdido el tiempo en este telefilm con ínfulas. Pero está claro que la Ryan debe sacar dinero de algún lado para pagarse la silicona).

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