Autocrítica por dos meses de silencio
Dudo mucho que este blog llegara a tener nunca lectores fieles más allá de los familiares y amigos, pero está claro que si los tuvo, los perdió hace dos meses cuando servidor dejó de actualizarlo.
Hace un año, cuando meditaba la posibilidad de abrir una bitácora, leí varios documentos acerca de este mundillo para asesorarme entes de dar el gran paso. Uno de los consejos era que no la abriera si no iba a ser capaz de actualizarla regularmente. En su día pensé que eso no sería un problema, pero está claro que no he sido capaz de cumplir tan sencilla norma.
Como justificación ni siquiera puedo alegar que me haya sucedido algo extraordinario que me impidiera postear. En estos meses he estado atareado con los estudios y el trabajo, pero lo cierto es que antes de dejar de actualizar también lo estaba, así que no es excusa. También es cierto que llevo una temporada sin ir al cine y viendo menos televisión (principales fuentes de este blog), pero como justificación es tan pobre como la anterior. Así que, para mi escarnio público, he de reconocer que la vagancia es la principal culpable.
Con este texto hago propósito de enmienda (y eso que no es Fin de Año), por lo que voy a intentar mantener un ritmo de al menos tres actualizaciones por semana (puede que más, pero espero que nunca menos). Asimismo, quiero introducir un cambio importante en la linea editorial. O mejor dicho: encauzarla de nuevo.
Como leen en el título, este blog va de cosas "que se ven y se oyen", y como señalaba en el post inaugural de noviembre de 2005, inicialmente iba a ser un vehículo en el cual poder soltar mis paranoias sobre cine y televisión. Sin embargo, de cuando en cuando he escrito sobre materias como la tregua de ETA, el incendio del obispado de Tenerife o la celebración del 75 aniversario de la 2ª República que, claramente, se salen del marco conceptual que yo mismo me había impuesto. No reniego lo que dije en esas ocasiones; simplemente, no me parece muy coherente que bajo una misma cabecera convivan una soflama republicana con David Hasselhoff cantando "Hooking on a Feeling".
Así que a partir de ahora, intentaré centrarme más en lo audiovisual. Aún así, me conozco, y supongo que en algún momento no podré domar a mi animal político. Pero lo intentaré, y si veo que me cuesta, no descarto abrir un segundo blog más centrado en cuestiones y noticias de actualidad. (¿El búho político? Ughhh, suena fatal...) .
Con este texto, pues, comienza la tercera época de El búho miope, tras una primera en otro servidor y una segunda en la que la gimnasia se mezcló con la magnesia. ¿A la tercera va la vencida? Veremos.
(Nota: ¿A que la foto del búho albino es una preciosidad? El crédito es de Reuters, durante una exposición de aves en Burgos en 2005).
Hace un año, cuando meditaba la posibilidad de abrir una bitácora, leí varios documentos acerca de este mundillo para asesorarme entes de dar el gran paso. Uno de los consejos era que no la abriera si no iba a ser capaz de actualizarla regularmente. En su día pensé que eso no sería un problema, pero está claro que no he sido capaz de cumplir tan sencilla norma.
Como justificación ni siquiera puedo alegar que me haya sucedido algo extraordinario que me impidiera postear. En estos meses he estado atareado con los estudios y el trabajo, pero lo cierto es que antes de dejar de actualizar también lo estaba, así que no es excusa. También es cierto que llevo una temporada sin ir al cine y viendo menos televisión (principales fuentes de este blog), pero como justificación es tan pobre como la anterior. Así que, para mi escarnio público, he de reconocer que la vagancia es la principal culpable.
Con este texto hago propósito de enmienda (y eso que no es Fin de Año), por lo que voy a intentar mantener un ritmo de al menos tres actualizaciones por semana (puede que más, pero espero que nunca menos). Asimismo, quiero introducir un cambio importante en la linea editorial. O mejor dicho: encauzarla de nuevo.
Como leen en el título, este blog va de cosas "que se ven y se oyen", y como señalaba en el post inaugural de noviembre de 2005, inicialmente iba a ser un vehículo en el cual poder soltar mis paranoias sobre cine y televisión. Sin embargo, de cuando en cuando he escrito sobre materias como la tregua de ETA, el incendio del obispado de Tenerife o la celebración del 75 aniversario de la 2ª República que, claramente, se salen del marco conceptual que yo mismo me había impuesto. No reniego lo que dije en esas ocasiones; simplemente, no me parece muy coherente que bajo una misma cabecera convivan una soflama republicana con David Hasselhoff cantando "Hooking on a Feeling".
Así que a partir de ahora, intentaré centrarme más en lo audiovisual. Aún así, me conozco, y supongo que en algún momento no podré domar a mi animal político. Pero lo intentaré, y si veo que me cuesta, no descarto abrir un segundo blog más centrado en cuestiones y noticias de actualidad. (¿El búho político? Ughhh, suena fatal...) .
Con este texto, pues, comienza la tercera época de El búho miope, tras una primera en otro servidor y una segunda en la que la gimnasia se mezcló con la magnesia. ¿A la tercera va la vencida? Veremos.
(Nota: ¿A que la foto del búho albino es una preciosidad? El crédito es de Reuters, durante una exposición de aves en Burgos en 2005).
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