Domingos paranormales
Se han colado en la programación dominical dos espacios dedicados a eso que los "expertos" llaman parapsicología: en la televisión autonómica canaria, un docudrama sobre la historia "sobrenatural" de las islas llamado Phenomena (un muy cinéfilo título que remite al director Dario Argento), y en Cuatro Cuarto Milenio , que intenta abordar estos asuntos desde una óptica pretendidamente periodística.
No entro ni salgo en la naturaleza de las historias que se relatan; cada quien es libre de creer lo que desee. Sin embargo, el tratamiento que se da a la materia en estos espacios es decepcionante por tópico.
Los así autodenominados "parapsicólogos", "ufólogos" y "lo-que-sea-lólogos" suelen criticar que se les toma poco en serio. Pero cuando tienen la oportunidad de demostrar sus "saberes" en la pequeña pantalla, siempre caen en los mismos vicios: aunque dicen querer informar, básicamente inquietan y asustan al personal.
No falla: en todos los reportajes hay voces en off graves y cavernosas, en lugar de una locución de tono normal; la banda sonora está plagada de músicas tétricas y efectos sonoros que dan yuyu; los propios decorados, cabeceras y elementos de tipografía y diseño gráfico empleados son más propios de una cinta de la Hammer que de un programa informativo. Si de verdad pretenden divulgar con rigor cierto tipo de realidades, ¿por qué siguen utilizando formalismos del cine de terror?
El caso es que las cadenas dan cada vez más pávulo a este tipo de espacios en los que, digan lo que digan, suelen compartir minutos los charlatanes con las gentes de bien. Mientras, el arte, la literatura, la ciencia y otras manifestaciones culturales carecen de espacio en las parrillas televisivas. No parece que hayamos avanzado mucho desde la Edad Media, pues se sigue fomentando la superstición frente al conocimiento, lo irracional frente a lo intelectual.
Se han colado en la programación dominical dos espacios dedicados a eso que los "expertos" llaman parapsicología: en la televisión autonómica canaria, un docudrama sobre la historia "sobrenatural" de las islas llamado Phenomena (un muy cinéfilo título que remite al director Dario Argento), y en Cuatro Cuarto Milenio , que intenta abordar estos asuntos desde una óptica pretendidamente periodística.
No entro ni salgo en la naturaleza de las historias que se relatan; cada quien es libre de creer lo que desee. Sin embargo, el tratamiento que se da a la materia en estos espacios es decepcionante por tópico.
Los así autodenominados "parapsicólogos", "ufólogos" y "lo-que-sea-lólogos" suelen criticar que se les toma poco en serio. Pero cuando tienen la oportunidad de demostrar sus "saberes" en la pequeña pantalla, siempre caen en los mismos vicios: aunque dicen querer informar, básicamente inquietan y asustan al personal.
No falla: en todos los reportajes hay voces en off graves y cavernosas, en lugar de una locución de tono normal; la banda sonora está plagada de músicas tétricas y efectos sonoros que dan yuyu; los propios decorados, cabeceras y elementos de tipografía y diseño gráfico empleados son más propios de una cinta de la Hammer que de un programa informativo. Si de verdad pretenden divulgar con rigor cierto tipo de realidades, ¿por qué siguen utilizando formalismos del cine de terror?
El caso es que las cadenas dan cada vez más pávulo a este tipo de espacios en los que, digan lo que digan, suelen compartir minutos los charlatanes con las gentes de bien. Mientras, el arte, la literatura, la ciencia y otras manifestaciones culturales carecen de espacio en las parrillas televisivas. No parece que hayamos avanzado mucho desde la Edad Media, pues se sigue fomentando la superstición frente al conocimiento, lo irracional frente a lo intelectual.
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