13 julio 2006


La Atenea de Nashville

A veces uno se encuentra, sin buscarlas, cosas en la red que le rompen los esquemas. Aún estoy recuperándome de lo que se ve en la foto: una reproducción a tamaño real de la mítica escultura de Atenea que ocupaba la cella del Partenón, erigida en Nashville (Tennessee). Sí, ese Nashville, el del country y el whiskey de centeno. Bueno, de hecho, los muy brutos no es que hayan construido solamente la estatua, sino que han levantado un Partenón a escala real. Made In America!


Pero no piensen que esta es otra muestra de la horteridad pop de un millonario excéntrico americano, o algún reclamo publicitario, pues la idea de reconstruir la joya arquitectónica de la Acrópolis por aquellos lares surgió en 1896. Al parecer, uno de los sobrenombres de la ciudad era "la Atenas del Sur", por ser un foco cultural importante en Estados Unidos y por su abundancia en ejemplares de edificios neoclásicos. En el año citado se celebraron los primeros cien años del estado de Tennessee, por lo que se abrió una feria cultural con varias atracciones, una de las cuales era una reproducción a escala real del Partenón. Estaba realizada en yeso y originalmente iba a tener caracter efímero, pero los vecinos de la ciudad pidieron a las autoridades que mantuvieran el edificio una vez finalizada la muestra, por lo que éste fue construido de nuevo con mejores materiales. Si quieren la historia completa,
les remito a esta web.

Ante este tipo de cosas uno no sabe qué pensar: por las fotos, parece que la reconstrucción del edificio ha sido bastante escrupulosa, incluyendo vaciados de las esculturas de Fidias para el frontón y las metopas y algo de policromía en el entablamento, tal y como se supone que ocurriá en el original. Pero esa Atenea... ¡Aaaaay, cómo me duele esa Atenea. ¡Parece una Drag Queen!

Atenea siempre me ha parecido una figura impactante, esa mujer bella pero severa armada de pies a cabeza y que representa la inteligencia. Por ello, uno de mis ensoñaciones favoritas era imaginar cómo sería la mítica escultura de mármol y oro que hizo Fidias para el Partenón. Conocía la
copia romana a escala que se conserva en el Museo Arqueológico de Atenas, y también había visto alguna recreación de la efigie en monedas atenienses contemporáneas a la obra original. Pero la verdad es que me intrigaba saber qué se debía sentir en el interior en penumbra del templo, ante esa escultura de trece metros cincelada por la gracia del mejor escultor de la antigüedad.

Me niego a creer que el original se pareciera a la falla que han montado en Tennessee. Por lo que he leído, ha sido elaborada por escultores de probada profesionalidad con el mismo rigor arqueológico que el resto del edificio . Y su policromía es pan de oro de verdad, y aplicársela ha sido un proceso igualmente laborioso. Pero el resultado es verdaderamente impactante en el peor sentido, pero quién sabe: lo mismo la de Fidias era igual de terrible.

Por ahora, prefiero pensar que en Tennessee se halla una copia bienintencionada pero fallida de una pieza que en mi imaginación sigue siendo subyugante.

Aquí les dejo la página oficial de este peculiar monumento que, dicen, atrae a 150.000 turistas al año (en la sección Photo Gallery hay varios álbumes con fotos tanto del edificio como de la escultura y el proceso de policromía de la estatua). Además, el departamento de Historia del Arte y Arqueología de la Universidad de Columbia se lo ha currado, y ofrece una visita virtual al edifico, con fotos panorámicas desde varios emplazamientos.

(La foto que ilustra el artículo es "cortesía" de la Wikipedia)

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad es que ese "helenismo" de Mc Donalds de Nashville me coge por sorpresa. Sabía que era uno de los santuarios del Sur, y, por supuesto, la catedral de la música country. La verdad es que, aparte de Nueva York,las Cataratas del Niágara, el Gran Cañón y Monument Valley, siempre he soñado con ir a Nashville en pleno festival anual, conduciendo una Harlley y cxon el loock que yo mismo tenía en los setenta, y allí escuchar a Dolly Parton, C. Christoferson, W. Nelson y hasta al viejo Johnny Cass, aunque sea muerto. Lo último que pensaba encontrar era la estatua de Atenea. Estos americanos...