06 mayo 2009

A vueltas con la SGAE

La Sociedad General de Autores Españoles necesita urgentemente un asesor de imagen, pues creo que en este país hay pocas instituciones más cuestionadas que esa. Ayudaría mucho que dejara de hacer mamonadas tipo cobrar en conciertos benéficos. Porque si el autor o intérprete ha renunciado voluntariamente a cobrar, precisamente para apoyar una causa solidaria, ¿los derecho de quién coño está defendiendo la SGAE al cobrar su canon, si el artista cuyos intereses supuestamente quiere proteger ya ha expresado tácitamente que quiere actuar gratis? Luego lo "solucionan" con remiendos de última hora, como siempre tarde y mal.

Creo firmemente en los derechos de autor. Aunque no sea una opinión popular, entiendo que es lícito y de justicia que los creadores e intérpretes de obras artísticas y literarias se lleven un porcentaje de los beneficios que puedan generar sus trabajos. Lo que no tengo claro es que la SGAE sea la institución idónea para velar por ellos.

Si de veras existe una conciencia clara por parte de las autoridades acerca de que la propiedad intelectual debe protegerse, ¿entonces por qué el estado ha hecho dejación de cumplir con la protección de ese derecho y lo ha dejado en manos privadas?

En un país civilizado, existiría una Agencia Nacional de Derechos de Autor, dependiente del Ministerio de Cultura, de Industria o de ambos, con funcionarios sin intereses particulares en la materia, especializados en cumplir esta tarea de acuerdo a unos reglamentos públicos aprobados en BOE, claros, transparentes e igualitarios.

Lo que no tiene sentido es que esos derechos estén en manos de una entidad privada tan opaca, con un sistema electoral interno diseñado para favorecer a los más ricos: lean, por favor, sus Estatutos (el artículo 21 es muy divertido), en los cuales se describe el sistema electoral más absurdo y caciquil de la historia. Básicamente, expone que el derecho a voto dependerá de la pasta que genere el autor para las arcas de la institución (cito textualmente para que vean que no me lo invento: “Para la determinación de los votos temporales se tendrá en cuenta la recaudación bruta anual obtenida en el año inmediatamente anterior al del ejercicio del derecho de voto. Para la adquisición los votos permanentes se tendrá en cuenta la suma de las recaudaciones brutas que haya tenido el socio en los cinco años inmediatamente anteriores al ejercicio del derecho de voto que se sumarán a los ya reconocidos anteriormente.”)

En los anexos a esos estatutos se explicitan las cantidades que se deben recaudar para tener votos. Sí, han leído bien: pude darse el caso de que seas autor pero no votes, o que, por el contrario, seas Alejandro Sanz o Bisbal y tengas cinco votos de una tacada. Lo dicho: un sistema diseñado para que los poderosos se perpetúen en el poder. Nada de tonterías tipo “un hombre, un voto”, eso se lo dejamos a esos gilipollas que se creen que la Revolución Francesa sirvió para algo…

¿Se imaginan que el resto de derechos estuvieran totalmente privatizados? Pues así está la propiedad intelectual, en manos de lobbies como la SGAE (no es el único, pero de lejos el más influyente) que, como tales, velan por unos intereses particulares, no por los derechos generales.

Insisto: sí a la protección a la propiedad intelectual. Pero no a que lo haga la SGAE, sino un organismo público y trasparente que asegure que se hace con equidad y justicia.

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