05 marzo 2008

Elecciones

Hace tiempo dije en este blog que dejaría de hablar de política. Pero también dije que iba a actualizarlo más a menudo, y si he dejado de cumplir esto, ¿por qué habría de seguir cumpliendo aquello? Además, esta muestra de cinismo, laxitud de criterio y manifiesto incumplimiento de una promesa sirven como perfecto telón de fondo para el asunto que vamos a abordar: el proceso electoral que vivimos/sufrimos en estos días y que (¡por fin!) concluirá el 9 de marzo.


Con las calles empapeladas de caretos sobre fondo neutro a cual menos agraciado, es difícil resistirse a comentar la cosa electoral. Y la verdad es que el panorama a este ciudadano de pro (y de contra) le parece desolador. Basta con decir que, por supuesto, iré a votar, pero no a favor de un candidato, sino en contra de otro, lo cual, filosóficamente, me parece una de las opciones más miserables posibles. Pero dadas las circunstancias, es eso o abstenerse, lo cual me parece aún peor.


Los dos partidos mayoritarios han perdido el norte. Durante la pasada legislatura su juego de réplicas y contrarréplicas los han alejado paulatinamente de la realidad, de modo que tanto PSOE como PP parece que ya no basan sus acciones en las necesidades y preocupaciones de los españoles, sino en contestar la última burrada que haya dicho el contrincante. La maraña retórica les impide ver lo que tienen delante.


Así, el señor Rodríguez Zapatero cree ser el no-va-más de la progresía, un impulsor del cambio que va a colocar a España a la vanguardia del reconocimiento del pluralismo social, a la par que la cultura nacional experimenta un nuevo Siglo de Oro. Mientras, el señor Rajoy es el vocero de un Apocalipsis en el cual el reino se desmembra, los viles nacionalistas asesinan a los castellanoparlantes, los ateos lavan el cerebro a los infantes y los homosexuales corrompen la sociedad. Obviamente, la cosa no es ni tan maravillosa ni tan catastrófica, por lo que reitero mi idea de que ambos partidos están dándole la espalda a la realidad inmersos en sus cuitas.


Izquierda Unida, por su parte, está decididamente perdida en el limbo de la inconsciencia. Si alguna vez fue una alternativa real, el tercer partido en discordia, hoy es una anécdota. Hace años se criticaba el excesivo didactismo en el tono de Julio Anguita, pero vistos los palos de ciego y las tonterías de solemnidad de Gaspar Llamazares, ¡cuánto añoramos al antiguo alcalde de Córdoba! Los “mítines” del lider de IU en el espacio virtual “Second Life” y sus inenarrables dibujos animados “Las aventuras de Gaspi” lo convierten en un candidato con más opciones a ser delegado de curso en un jardín de infancia que para la Moncloa.

En cuanto a Coalición Canaria, ellos a lo suyo. He de reconocer que su eslogan “Habla Canario”, aún siendo una horterada, es efectivo y ha cumplido su objetivo. Sus líderes, además, han demostrado que se tiene la lección bien aprendida, y da igual quién hable, todos repiten eso de ser “la voz de Canarias en Madrid” como si vivieran en una jaula del Loroparque. Por supuesto, ya no engañan a nadie, pues llevan más de una década siendo “la voz de Canarias en Madrid”, y yo aún no he notado que los escuche nadie.

Además, está el otro gran problema: al margen de su (hipotético) papel de representar al Archipiélago en la capital, ¿cuál es el proyecto político de CC para las grandes cuestiones de estado? O dicho de otro modo: ¿qué opina CC sobre el matrimonio homosexual, la Educación para la Ciudadanía, las reformas educativas, la burbuja inmobiliaria, la tregua de ETA, las relaciones con la Iglesia, etc.? En suma, si estamos en las elecciones al parlamento nacional, ¿qué puede aportar este partido a la legislatura cuando se debatan cuestiones que no atañan directamente a Canarias? Porque lo de hablar canario no va a ser muy útil cuando toque votar sobre, por ejemplo, el trasvase del Ebro…

Lo dicho: el panorama es desolador. Por ello, no toca decir “que gane el mejor”, sino “que gane el menos malo” o, incluso, “que gane el que gane… y que Dios nos pille confesados”.

(Imagen: El futuro de España recae en este atractivo y prometedor candidato)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este blog debería leerlo el director de Liberation de París, que ayer puso a Zapatero como el nuevo rey Midas de la progretud. Y eso que Sonsoles tiene menos glamour que la Bruni.
En fin, sólo me queda Eva Hache y tú.