17 agosto 2006

¿Qué pasa cuando un astrónomo es friki?

Pues que cuando descubre un nuevo planeta en nuestro sistema solar, le da por bautizarlo Xena, en homenaje a la princesa guerrera televisiva interpretada por Lucy Lawless. Y para más cachondeo, a su luna le pone Gabrielle, como la compañera de la heroína mencionada. Así lo hizo en 2003 el americano Michael Brown, un astrónomo del Instituto de Tecnología de California, cuando descubrió en el cielo un objeto 100 kilómetros mayor que Plutón. Podría haber sido peor, y estar ahora hablando del planeta Buffy.


Por supuesto, acabarán cambiándole el nombre, ya que su nomenclatura oficial es actualmente 2003-UBS313, un verdadero galimatías. Y aunque lo de llamarlo Xena tiene su gracia, no casa con el resto de planetas conocido, cuyas denominaciones se basan en la mitología romana.

Todo esto forma parte de una noticia más amplia, que se refiere a una reunión astronómica en Viena, en la cual se discute si una serie de objetos celestes pueden considerarse planetas. Si así fuera, el sistema solar pasaría de tener nueve a doce integrantes, de modo que el listado final quedaría de la siguiente manera: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Ceres, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón, Caronte, y 2003 UBS 313 (Xena).


Una interesante consecuencia de todo esto es que, si finalmente vamos a contar con un sistema solar de doce planetas, ¿qué coño van a decir ahora los "astrólogos" y demás morralla del zodiaco, que se habían montado una película cojonuda con nueve planetas, y ahora no les van a salir las cuentas? ¿O se van a inventar un par de signos más, para que cuadre la cosa?


En lo que refiere a Xena, yo fui un fan de esa serie, y no por las razones qué todo el mundo cree cuando lo digo (a saber: la profusión de chicas ligeras de ropa). En su día, me hizo gracia la irreverencia que suponía mezclar la antigüedad clásica con la estética de Conan el bárbaro. A partir de la segunda temporada, la serie dejó de tomarse en serio a si misma, y ganó enteros con unos actores que interpretaban con un toque irónico y unas tramas muy divertidas. Además, salía Bruce Campbell (en un mundo más justo ese tío sería una estrella), y tenía una banda sonora muy interesante de Joseph Lo duca, que basculaba entre lo épico y la música étnica.


Por desgracia, hacia el final los argumentos se volvieron muy serios y solemnes, por lo que la serie no sólo cayó en el aburrimiento, sino en el ridículo, ya que pretendía contar historias a lo señor de los anillos con un presupuesto que no daba ni para medio capítulo de una sitcom media.

En todo caso, quién les iba a decir a los artífices de esta serie, que no pasará a la historia de la televisión (si acaso como un pie de página), que Xena la princesa guerrera iba a ser objeto de debate en una sesuda conferencia astronómica en Austria.

Actualización 25/08/06: Al final, ni doce ni nueve: el sistema solar cuenta oficialmente con ocho panetas, ya que han decidido "cargarse" Plutón. Aún así, esto no significa que los problemas para el Zodiaco hayan acabado...

(Foto: Lucy Lawless como Xena, la princesa guerrera)

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