26 julio 2009

Fimucité: Los compositores hablan (I)

En las siguientes entradas intentaré resumir algunas ideas que expresaron los compositores invitados a Fimucité 3, ya fuera en sus conferencias individuales del jueves 23 de julio, como en la mesa redonda que se celebró al día siguiente. No es una crónica exhaustiva, y aviso que me faltan algunos testimonios ya que, por razones organizativas, tuve que ausentarme de la sala de TEA en más ocasiones de las que hubiera querido. Asimismo, siento no tener fotos de las conferencias: llevé la cámara pero olvidé comprobar si tenía batería. ¡Y no tenía!

Clint Mansell

El compositor estuvo acompañado por Brian Emrich, bajista en el concierto del miércoles 22 y también diseñador de sonido en las películas de Darren Aronofsky. Una de esas “cuestiones organizativas” a las que me referí hace un momento fue irle a buscar una cerveza a Masnsell, ya que al perecer la prefería al agua sin gas que le habían puesto en la mesa. Cuando entré a la sala con la botella en la mano, se viró hacia mi y dijo: “Oh, I think that’s for me”, lo cual le valió una ovación.

Mansell comentó que la elección de la música electrónica para Pi obedecía, básicamente, a que era el estilo con el que se sentía más seguro en aquella época. Poco a poco ha ido profundizando en formaciones cada vez mayores, pero dejó entrever que la electrónica iba a seguir siendo siempre una referencia en su estilo.

Sobre la música de La fuente de la vida, reveló que cuando el proyecto iba a ser una superproducción con Brad Pitt y Cate Blanchett, empezó a componer para una formación orquestal muy amplia. Pero cuando el proyecto se redujo de escala y se orientó hacia un lenguaje más íntimo, convino con el director en que la música debía reducirse igualmente, lo cual explica el (excelente) resultado final.

Sobre cuál era su trabajo favorito, señaló muy diplomáticamente que no suele volver mucho la vista atrás, y que cuando finaliza un proyecto está contento por haberlo podido terminar y ya está pensando en el siguiente, por lo que no tiene mucho tiempo para revisar su obra anterior.

El público le preguntó por el posible proyecto de Darren Aronofsky para dirirgir una nueva versión de Robocop. Mansell aclaró que sólo es un proyecto, que no hay nada definitivo, peor que, obviamente, le gustaría participar.

Mark Snow

El compositor parecía bastante asombrado por todo el asunto del festival, y también estaba claro que era una persona bastante tímida, aunque también con bastante sentido del humor: se ganó al público cuando recordó los inicios de su carrera, a mediados de los setenta: “Acababa de llegar desde Nueva York a California, y no lograba ningún encargo. Así que me pasaba todo el día en la playa fumando hierba”.

Recordó sus primeros trabajos televisivos para series como Hart y Hart, Starsky y Hutch o Falcon Crest, los cuales reconoció que, vistos ahora, pueden resultar “un poco cursis”. Así que la llegada de Chris Carter con el proyecto Expediente X fue un soplo de aire fresco.

Para crear el famoso tema principal, el productor le envió una serie de CDs con la música que pensaba que debía marcar la pauta. Tras cuatro temas infructuosos, Snow pidió que le dejara intentarlo a su manera. Según cuenta, dio con la famosa melodía en aproximadamente una hora, en parte porque el teclado tenía seleccionado el efecto eco cuando se sentó a escribir, y ese sonido le inspiró.

Snow contó divertido la primera reunión con los ejecutivos de la Fox para enseñarles el tema: puso la música a cuatro de ellos que en ningún momento le dijeron nada concluyente y se pasaban la pelota unos a otros: “Esto es… es… ¿tu que piensas, Phil?”. Dos meses después, cuando el tema era un éxito popular, se encontró de nuevo con esos ejecutivos, que tuvieron el morro de comentarle: “¿Recuerdas que te dijimos que ese tema era especial?”.

El compositor rememoró que cuando empezó a trabajar todo se hacía a mano, escribiendo sobre papel lo que se tocaba al piano. En 1996 llegaron los primeros sintetizadores conectados a ordenadores, y muchos compositores, como él, dieron el paso a adquirirlos y crear estudios en sus casas. Snow considera que esa decisión fue un acierto, ya que prácticamente todo su trabajo para televisión lo realiza en su propio hogar.

Evidentemente, el sonido de sintetizador es más “pequeño” que el de una orquesta, por lo que uno de los desafíos profesionales que tuvo que afrontar fue la composición de la banda sonora de la primera película de Expediente X, que al ser para cine, exigía un sonido más ampuloso. “Tuve que demostrar a los ejecutivos que era capaz de escribir para una orquesta”.

Preguntado acerca de cuál fue la música que le hizo pensar en ser compositor de música para cine, recordó El planeta de los simios de Jerry Goldsmith. “Cuando escuché en el cine algo tan experimental y arriesgado, me pregunté: ¿De verdad dejan hacer esto en Hollywood? Por eso para mí es muy especial poder dirigir dos piezas de esta partitura en Fimucité”. Así lo hizo el sábado 25 de julio, y muy bien, por cierto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buena crónica, amigo.
Bardino7