26 julio 2009

Fimucité: Concierto de Clint Mansell

El pasado miércoles 22 de julio el Teatro Leal de La Laguna acogió, dentro de los actos del III Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife Fimucité 3, el concierto que el británico Clint Mansell ofreció con algunas de sus composiciones para cine. Lo primero que me llamó la atención es la heterodoxa formación orquestal utilizada: un cuarteto de cuerda (el Sonus Quartet de Los Angeles), una batería, un piano de cola, bajo y guitarras eléctricas, y un sintetizador conectado a un ordenador que manejaba el propio compositor.

El estilo de Mansell puede que no sea para todos los públicos, ya que algunas personas podrán considerarlo un poco pesado. No creo que se lo pueda considerar minimalista en sentido estricto, si bien es cierto que la estructura de su música, basada en frases sencillas que se repiten una y otra vez aumentando poco a poco la instrumentación, recuerda a músicos como Glass, Nyman, Mertens y los “sospechosos habituales”.

Mansell es el compositor fetiche (prometo no utilizar más tópicos) del director Darren Aronofsky, cuyas películas tendentes a las situaciones tremendistas o dramáticamente intensas exigen una música igualmente arrebatada. En este sentido, la combinación de las cuerdas -que normalmente se asocian a la música más sentimental- con una percusión contundente, logran crear ese peculiar estado de ánimo que oscila entre la melancolía y el desasosiego. Por ello, la labor de Mansell como compositor de cine es, en este sentido, ejemplar, ya que logra dotar a las imágenes del tono anímico perfecto (lo cual no es siempre fácil en las películas de Aronofsky).

Pero, como es habitual en la música de cine (que, no lo olvidemos, está concebida para apoyar a unas imágenes concretas), siempre queda la duda de cómo sonará de manera autónoma. Y en este caso, la verdad es que sonó muy bien. El concierto alternó piezas lentas y de aire melancólico con otras más furiosas y crispantes; en ese sentido, el tema “Meltdown” de la banda sonora de Réquiem por un sueño, con esos violines chirriantes, fue uno de los puntos fuertes del recital.

Sin embargo, lo mejor para mi gusto fueron las piezas de La fuente de la vida (probablemente su mejor obra hasta la fecha), Pi (en una versión que incorporó cuarteto de cuerda al frenético ritmo trip-hop del original), su nuevo trabajo Moon, y la sorpresa de la noche: la música para un cortometraje cuyo título mencionó pero soy incapaz de recordar.

Por contra, su tema más conocido, el que todos esperaban escuchar, “Lux Aeterna” de Réquiem por un sueño, sonó bastante apagado. Puede que sean imaginaciones mías, pero me dio la sensación de que Mansell está un poco harto de él (a pesar de que es excelente), y se limitó a ventilarlo rapidito para dejar a todos contentos, y a otra cosa mariposa.

Tampoco me apreció acertado que terminara el recital con la música de El luchador. En este caso, se trata de una composición muy sencilla, basada en la guitarra eléctrica que, en la película logra dotar de ese aire tristón que precisa la historia de este perdedor interpretado por Mickey Rourke, pero musicalmente es bastante simple y poco llamativa. La pieza en cuestión podría haber funcionado en otra parte del recital, pero como final se quedó corta, pues a pesar de que termina con un crescendo pretendidamente climático, lo cierto es que había en el programa piezas más poderosas para terminarlo de manera redonda.

El detalle frívolo de la velada lo puso, muy a su pesar, Caroline Campbell, una de las violinistas del Sonus Quartet, cuya belleza provocó comentarios a la salida del concierto y silbidos de admiración cuando Mansell presentó a la banda al final de la actuación. Lo cierto es que por lo que he podido comprobar, la chica es toda una virtuosa.

El concierto ha logrado bastante repercusión, e incluso la versión digital de el diario El País llegó a publicar un vídeo del recital. Ya sabemos que es raro que un periódico madrileño se digne reseñar un evento cultural que no suceda en la capital del reino o Barcelona, por lo que esta publicación es una prueba evidente de que Mansell, pese a que podría considerars eun autor minoritario, es uno de los creadores musicales más interesantes de los últimos años.

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