08 abril 2009

Ni un día le han dado a la ministra

Al parecer fue Roosevelt quien instauró aquello de los cien días de margen al nuevo gobierno antes de criticarlo. Pues a la nueva ministra de Cultura la comunidad de internautas no le ha dado ni 24 horas. Fíjense en el pantallazo que les adjunto (pinche sobre la imagen):


En Facebook ya se han abierto cuatro grupos contrarios a González Sinde. Tres apenas llegan a los 50 miembros, pero el primero posee la nada desdeñable cifra de 3.585 antes de las 10 de la mañana del 8 de abril. Y es que, como decíamos ayer, está claro que va a ser la ministra contraria a las descargas de Internet (que, no lo olvidemos, a día de hoy no son constitutivas de delito si no hay ánimo de lucro).

Tengo claro que bajarse pelis de la red es una chorizada, pero no me siento especialmente culpable porque tampoco me sentía mal cuando un colega me pasaba una cinta de casette grabada, ni tengo remordimientos cuando saco un libro de una biblioteca. ¿Se imaginen que cierren las bibliotecas porque en ellas se hace intercambio de libros sin pasar por caja? Dirán que la industria del cine necesita sobrevivir pero, si nos ponemos en ese plan ¿acaso no lo necesita también la del libro?

El tema de las descargas es complejo, y debe mirarse con perspectiva. Porque si observamos Hollywood, cada día hacen películas más caras que registran taquillas millonarias, y ello a pesar de las descargas en la red. El problema del cine español y de su baja cuota de pantalla es otro, pues ya se sabe que ni siquiera es el más descargado de Internet. Luchar contra las descargas es hacerle un gran favor al cine yanqui, pues es el más afectado.

Culpar a un enemigo externo como la piratería es, además, un arma de doble filo para la ministra. Porque supongamos que legisla, acaba con el “problema”, y logra que en España ya nadie baje películas a través del E-mule. Pues bien: tengo ganas de ver qué cara se le va a quedar cuando compruebe que las cuotas de pantalla del cine nacional van a seguir siendo las habituales (es decir, bajas).

Además, en esta batalla la ministra chocará de frente contra las operadoras de telecomunicaciones, que saben perfectamente que gran parte de su negocio está en la gente que se baja películas y canciones, y por ello oferta cada vez más megas de velocidad. Si se cierra el grifo del P2P, ¿quién va a seguir pagando el ADSL más caro de Europa para ver sólo su correo electrónico?

Con todo, mucha suerte a la ministra. Porque la va a necesitar.

3 comentarios:

Quetes dijo...

Cuanta razón tienes.
Si me preguntasen en el trivial(leelo entre lineas, my friend) para que sirve Internet, la repuesta sería clara y concisa: para que funcione el emule.

E.M.López dijo...

Hola, muy interesante tu blog; me encantó.
Un saludo.

Frangarod dijo...

Totalmente de acuerdo, querido amigo. ¿Para qué si no pagamos la ADSL? Desde luego que, como bien dices, para abrir correos y solo navegar, pues no. Para eso me bastaba y sobraba con mi viejo modem de 256 kbps y una de las tantas conexiones gratuitas a Internet que se ofertaban por ahí.

También coincido contigo en que con ello no se protege al cine español, sino al foráneo, y especialmente al norteamericano, que copa el 99% de las descargas a través de servidores P2P.

Si se quiere proteger al cine español lo que habría que replantearse, en mi modesta opinión, es la política de ayudas y subvenciones a las producciones nacionales, apostando por proyectos de mayor envergadura, aunque su número se vea reducido, y no por "pequeñas obras de arte" que nadie se traga por infumables. ¿De qué sirve presumir de un elevado número de películas realizadas en un año si casi nadie va a verlas? ¡Ojo! que con ello no estoy diciendo que se le cierren las puertas a los creadores noveles únicamente en favor de los consagrados. Todo lo contrario, mayor apoyo a los nuevos directores que ofrecen productos originales y de calidad, y mayor nivel de exigencia a la hora de invertir los dineros en las películas detrás de las que se halla un nombre bien lustrado.

Por último, como tú, soy partidario de permitir un margen de maniobra a cualquier político que ocupa un nuevo cargo. Ya sabes lo que se dice al respecto del papado (y resulta muy apropiado en estas fechas): Más o menos que "todo papa conservador fue cardenal progresista y todo papa avanzado fue cardenal conservador".

Saludos, my friend!