11 septiembre 2010

De la Iglesia gana dos premios en Venecia, que para eso es de Bilbao

Me acabo de enterar de que Álex de la Iglesia se acaba de hacer con los premios a mejor guión y mejor director en el Festival de Venecia por su última película, Balada triste de trompeta, y me alegro mucho porque creo que este autor es, de lejos, lo mejor que le ha pasado al cine español en los últimos veinte años.

Curiosamente, no creo que tenga ninguna película redonda (ni siquiera El día de la bestia), ya que tiene cierta tendencia al barroquismo que, en ocasiones, le hace perderse por los cerros de Úbeda y desequilibrar la estructura de sus películas. Pero (y reconozco que esto es un poco contradictorio), si me gusta especialmente este director es, justamente, por sus excesos, por lo burro que es a veces y lo exagerado que puede llegar a ser con la violencia y su humor políticamente incorrecto.

Es uno de los pocos autores españoles que saben crear grandes momentos cinematográficos: en todas sus películas hay siempre un varios planos, un par de ideas, tres o cuatro secuencias, diálogos… algo  que están muy por encima de la media. Y además, posee un sentido muy particular de lo épico: ya sea el cura de El día de la bestia, la vendedora de pisos de La Comunidad o el extra cinematográfico decadente de 800 balas, comienzan siendo fantoches, pero acaban protagonizando hechos asombrosos, muchos de ellos heroicos.

La cultura española posee una particular habilidad para reflejar con extrema facilidad y naturalidad lo más tremendo de la vida mundana, los horrores cotidianos, un costumbrismo terrible que se ve en el Lazarillo, La Celestina, los enanos de Velázquez, los disparates de Goya o el esperpento valleinclanesco, por citar los más tópicos. De la Iglesia ha sabido entroncar con esa secular tradición hispana, modernizarla y ponerla en sintonía con referencias de la cultura popular internacional, como ejemplifica perfectamente ese mítico plano de “La comunidad” en el que una hosca Terele Pávez que parecía sacada de La casa de Bernarda Alba brinca por los aires como la Trinity de Mátrix:




Probablemente, esto haya provocado que De la Iglesia no sea un cineasta para todos los gustos, y puedo comprender que existan cinéfilos que lo odien. Su estilo es tan extremo que realmente me sorprende que, siendo como es tan freak-friendly (por ponerlo fino), haya logrado tantos honores oficiales (dirección de la Academia de Cine, Premio Nacional de Cinematografía, ahora esto de Venecia….), normalmente reservados a creadores más exquisitos, comedidos (y por qué no decirlo: aburridos).

Para variar, da gusto que algo del cine español con éxito fuera no esté firmado por Almodóvar….

P.D. Y ya que estamos reseñando premios, no es que me haya olvidado del Príncipe de Asturias a la selección española de balompié; es que me parece una idea pésima (como me lo parecieron en su día los concedidos a la selección de Baloncesto, a Fernando Alonso o a Rafa Nadal, lo cual ya comenté en su momento). ¿Se imaginan que el Nóbel sólo se lo dieran a suecos? Pues esto es lo mismo, ya todo el planeta se ha coscado de que el Asturia’s realmente es un galardón para glorificar los éxitos del deporte español. Pues nada, que les aproveche. Pero , por favor, que no vuelvan a decir eso de “premio con gran prestigio internacional”, que me entra la risa tonta.

1 comentario:

capitanguanche dijo...

HOLA, CÓMO VA TODO?
desde luego que este alex es muy grande. yo ya me enamoré de su cine con aquella retorcida `superfrikie´ ACCIÓN MUTANTE, cuyo estilo me chocó y me sedujo a partes iguales, con una banda sonora que incluía el tema principal a cargo de DEF CON DOS (con el espectacular César Strawberry al frente), qué a mi me fascinaban.
que ahora figure como director de la academia, es realmente algo que sorprende, ya que todos tenemos de él una imagen demasiado esperpéntica, pero está claro qué su inteligencia y su pasión por este arte le ha hecho ganarse el respeto de todos sus camaradas...
un OLÉ por éste hombre y que sigan sus triunfos. yo ya estoy impaciente por ver su nueva peli.
Por otro lado, en cuanto al Príncipe de Asturias... ahí sí que discrepo contigo de parte a parte... lo siento pero, a ver, si en algo destaca españa desde hace 7 u 8 años para acá en el plano internacional es, sin duda, en sus logros deportivos. para lo bueno y para lo malo, ahora mismo nuestra mejor carta de presentación en el mundo son nuestros deportistas. y así, por ejemplo, gracias a esto, muchas universidades de prestigio que siguen el modelo americano de becas a deportistas, se llevan a sus campus a chavales españoles que destaquen en tenis, fútbol y baloncesto mayormente. y por supuesto que los artífices de estos nuevos valores, los creadores de estas canteras de destacados chavales pre-estrellas, son las grandes figuras nacionales de nuestro deporte (todos sabemos sus nombres). además, ¡qué coño!, si somos los mejores, porqué no decirlo. es un premio PDA al deporte, no a la modestia.
un abrazo, chach@s.