Carla Bruni ha venido de paseo a Madrid. Por lo menos, eso es lo que se deduce si uno ha leído la prensa del día: que si Carla para arriba, Carla para abajo. ¿Su marido? Bien, gracias.Se supone que es precisamente la visita del pequeño Nicolás lo importante. Que lo gordo era la cumbre hispano-francesa, en la que se iba a hablar de asuntos como el apoyo de Francia a la presencia permanente de España en el G20, la lucha contra ETA o la crisis (que a este paso va a ser más pertinaz que la sequía).
Pero de eso no se ha hablado en los medios, hoy sólo ha habido fotógrafos y cronistas para informar sobre Carla, Letizia y la cosa rosa.
Que el entretenimiento cotilla ha cobrado tanta importancia que ya se cuela en la crónica política es ya tan evidente como preocupante. Es la tendencia del futuro, el infotainment (mezcla de “information” y “entertainment”), y habrá que acostumbrarse cada vez más a que el amigo Matías Prats nos hable de moda entre suceso y suceso. Pero hay ocasiones en las que la cosa se sale de madre. Y lo de hoy ha sido una de ellas.
Como prueba, la foto de esta entrada, que aparecía en la primera página de algún periódico nacional. Es la anti-foto periodística porque no informa de nada: la acción que ilustra es anodina, se nos niega la visión de los rostros de las protagonistas e incluso como pura referencia de moda no es muy útil.
El hipotético interés de las imagen es, pues, que se trata de un duelo de traseros. El de la Bruni contra el de Letizia. A eso hemos llegado. Yo me reservaré mi opinión acerca de cual prefiero, pero lo evidente es que, según ciertos periódicos, la noticia del día ha sido el culo de Carla Bruni.

