24 octubre 2008

Tetosterona reconcentrada

Miren el póster de la última película dirigida y protagonizada por Clint Eastwood:


Clint encabronado en plan vaquero urbano, un rifle, y un coche que, para más inri, es un Ford Gran Torino, el mismo que conducía Starsky (¿o era Hutch?) ¿Es o no es una inyección de tetosterona en vena?


En esta época políticamente correcta, esta loa al macho de otros tiempos tiene un punto provocador. Parece que Clint reta a todos los meapilas del mundo como diciéndoles: “¿Qué miras, gilipollas?”. El cineasta siempre tuvo un punto fachilla que a veces logra disimular con cosas como “Bird” o “Million Dollar Baby”. Pero aquí ha dejado entrever su vena más Harry el sucio, y la cosa, a pesar de los posibles conflictos ideológicos que me pueda acarrear (algún día explicaré mi relación de amor-odio con el cine de acción estadounidense), tiene buena pinta.

El miedo es que Clint, un muy buen director, ha firmado también un par de truños que, precisamente, eran cintas de acción (“El principiante” y “Firefox”). Pero da igual: si al final la peli no vale la pena, hay que reconocer que el poster le quedó más chulo que un ocho. El hombre sin nombre ha vuelto…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que Esatwood me gusta como director. Como actor es justito, da el papel de tipo duro y poco más. Incluso en Los puentes de Madison asoma la patita de Charles Bronson culto. Nada que ver con Newman, Wells o Truffaut, incluso con Vitorio de Sica, que eran un marnífico actor y excelente director. Así que, menos lobos que Harry el Sucio.

Bardino7

Anónimo dijo...

Lo de la testosterona sigue en auge, aunque disfrazada de metrosexualidad, que a las mujeres no nos termina de gustar ya que se están esclavizando por algo que siempre condenamos en la mujer. Finalmente tanta corrección política es una cortina de humo porque el machismo sigue ahí. En cierto modo que Clint Eastwood lo reivindique me parece hasta honesto entre tanto hipócrita suelto, como el Clooney que dejó a su novia porque había sido striper. De ahí a Anthony Quinn, que abandonó a su primera esposa porque descubrió que no era virgen, no hay más que un paso. Eso sí Clooney es más guapo que Quinn. Mientras los Brad Pitts de vía estrecha sigan diciendo que "ayudan" a su mujer, la testoterona seguirán en el trono de la Humanidad.

Lilí Marlenne