18 octubre 2008

Obama

Parece que a estas alturas de la película, el pucherazo del Partido Republicano tendría que ser muy bueno para que Barack Obama no ganara las elecciones presidenciales en Estados Unidos a principios de noviembre. La euforia que este hombre origina en todo el mundo es incontestable. Y es comprensible: ¿cómo no admirar al primer afroamericano que podría llegar a ser el tío que más manda en el país del Ku Klux Klan?

En Europa, la posibilidad de que sea Obama quien controle el botón nuclear ha sido recibida con gran entusiasmo, y no sólo por los más progres. Es cierto que los ocho años de Bush Jr., ya considerado por muchos el peor presidente de la historia en el país de las barras y estrellas, han sido determinantes para hacer de este planeta un lugar peor.
Y Obama parece una linterna al final del túnel, una antorcha de optimismo que nos liberará de la penumbra, un faro de esperanza que disipará las tinieblas, un... (¿hace falta que siga con las metáforas facilonas que contrapongan luz y oscuridad?). Por la cuenta que nos trae, ojalá el personaje responda a las altas expectativas depositadas en él.

Pero dudo mucho que la proverbial prepotencia internacional de Estados Unidos, su gusto por los bombardeos en Oriente Medio y su defensa a ultranza de ese capitalismo financiero que nos tiene tan contentos a todos últimamente, vayan a cambiar demasiado con Mr. Obama. Porque no olvidemos que el político más progresista de Estados Unidos viene a equivaler a un derechista moderado europeo.


Está claro que entre el rey de las papas fritas y Barack Husein, me quedo con este último. No porque sea el mejor (pues de un presidente estadounidense no se puede esperar cosa buena), sino porque es el menos malo...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como cualquier presidente americano, Obama tendrá que administrar el capitalismo y, en su caso, el imperialismo. Y aunque grosso modo parece que todos los presidentes son iguales, siempre hay matices que son los que marcan la diferencia. No es lo mismo Bush que Clinton, pues ya ves en la que nos ha metido el tejano.

Lo que ocurre es que, para elegir al Presidente del Imperio, debieran dejar votar a los demás ciudadanos del mundo, puesto que finalmente nos afecta a todos.

Anónimo dijo...

Como cualquier presidente americano, Obama tendrá que administrar el capitalismo y, en su caso, el imperialismo. Y aunque grosso modo parece que todos los presidentes son iguales, siempre hay matices que son los que marcan la diferencia. No es lo mismo Bush que Clinton, pues ya ves en la que nos ha metido el tejano.

Lo que ocurre es que, para elegir al Presidente del Imperio, debieran dejar votar a los demás ciudadanos del mundo, puesto que finalmente nos afecta a todos.

Bardino7